En esta entrada, se explicará la segunda semana de clase, abordando el lunes 6 de febrero y el viernes 10. Durante la primera sesión, para comenzar, hemos trabajado el bloque 2: ¿cómo mantenernos sanos? Para ello,
se ha planteado la siguiente pregunta "¿qué entendemos por salud y
enfermedad?" para reflexionar así sobre el significado de ambas, puesto
que son temas frecuentes, pero en escasas ocasiones se ha recapacitado acerca
de su sentido. Tras una puesta en común, se han llegado a las siguientes definiciones:
Ahondando
en el concepto de salud, se debe proponer una definición de bienestar físico y
bienestar psíquico. Éstas son:
Después de
esto, se propuso la siguiente cuestión “¿cuáles son los problemas de salud
actuales?”. Para abordar esta pregunta, se ha elaborado un pequeño esquema de
los problemas del primer mundo, y de los del tercero, para evidenciar de este
modo el contraste existente.
Tal como se puede
observar, los problemas de salud presentes en el 1er mundo distan mucho de los
propios del tercero. Los primeros, se encuentran enormemente relacionados con
el estilo de vida acomodado característico de los países de Occidente, así como
el ritmo frenético que día tras día se vive y los estereotipos que nos impone
la sociedad y los medios de comunicación. Por otro lado, los referentes al
tercer mundo, están profundamente conectados con la ausencia de recursos
básicos tales como comida, medicamentos, condiciones higiénicas adecuadas, etc.
En la salud, existen determinantes principales que le influyen de una u otra forma. Éstos son:
En la segunda sesión, se abarcaron las causas por las que se
puede perder la salud.
Encontramos, por un lado; las alteraciones del medio ambiente, conformándose como un aspecto de gran repercusión en el destino de las personas. El deterioro del medio ambiente influye de forma directa en nuestra salud, puesto que el futuro de la especie humana depende de esto. Asimismo, por otro lado, se pueden situar las alteraciones genéticas. Se trata de alteraciones que no se pueden eliminar, pero sí se puede intervenir para mejorar las condiciones de vida de la persona. Además,
se debe hacer mención de las
alteraciones mentales, que pueden ser el
resultado de diversas circunstancias, tales como los problemas laborales, el
estrés, las enfermedades genéticas...
Encontramos, por un lado; las alteraciones del medio ambiente, conformándose como un aspecto de gran repercusión en el destino de las personas. El deterioro del medio ambiente influye de forma directa en nuestra salud, puesto que el futuro de la especie humana depende de esto. Asimismo, por otro lado, se pueden situar las alteraciones genéticas. Se trata de alteraciones que no se pueden eliminar, pero sí se puede intervenir para mejorar las condiciones de vida de la persona.
Continuando esta línea argumentativa, conviene destacar la forma de vida, por lo que respecta al mantenimiento de una buena higiene en todas sus vertientes: higiene personal (higiene
bucal, de los ojos, del oído, de la nariz, de la piel y de las manos), así como
higiene del sueño e higiene postural.
La alimentación constituye,
por su parte, un elemento esencial en la forma y calidad de vida. Una
alimentación saludable favorece un buen funcionamiento físico y
mental. Debemos destacar en este momento, que improvisar el menú de
cada día se ha vuelto una realidad social, puesto que cada vez se
dispone de menos tiempo por la dificultad de
combinar la vida personal con la profesional. Se
debe en gran parte, a la incorporación de la mujer al mercado laboral, ya
que esto no ha supuesto una distribución equitativa de las tareas del hogar
entre el hombre y la mujer, sino que, supone para el sexo
femenino una doble carga en muchas ocasiones, trabajando
dentro y fuera de casa. Todo esto se traduce en un menor tiempo de dedicación destinado al cuidado de la alimentación y a la elaboración de las comidas.
La actividad
física también contribuye a lograr un buen funcionamiento físico
y mental, y de ahí su gran importancia. Lo mismo ocurre con el trabajo, favoreciendo
así que la persona se sienta realizada. En este aspecto, conviene destacar que en
función del tipo de trabajo, se desgasta en menor o mayor medida la salud y
por tanto, se debe tener en consideración como influye en la vida del
individuo.
Cabe mencionar que el estrés también
interfiere en la forma de vida, y en ocasiones puede estar producido por el
trabajo que se desempeña, o por cualquier otra circunstancia. Si bien es cierto
que es un mecanismo de defensa que
nos ayuda a hacer frente a situaciones concretas, sentir
estrés de forma continuada conlleva a dificultades de salud.
Por otro lado, las infecciones pueden
disminuir la salud e incluso terminar con ella, por lo que se considera
relevante abordar desde diversos ámbitos la prevención de las enfermedades
infecciosas.
Para finalizar, no debemos olvidar las drogas, abarcando aquí tanto las blandas (menos adictivas y
que ejercen menos daños), en la que situamos el alcohol, el tabaco, el hachís, la
marihuana... como las duras (extremadamente dañinas y muy adictivas), entre las
que podemos encontrar la cocaína, la heroína, el speed, la ketamina, etc. Las drogas alteran el
funcionamiento normal del organismo, lo
que puede ocasionar grandes deterioros a medio y largo plazo.
Seguidamente,
se planteó la cuestión ¿qué hacer para vivir
sanos?, y para abordarla, se
centró la atención en el periodo de edad que nos ocupa en la etapa de Educación
Infantil. Es conveniente, por tanto, establecer dos tramos de edad: 0-2
años, y 2-5
años, debido
a que el
crecimiento en cada uno de ellos es diferente, y la atención que debe otorgarse, así como los cuidados
también lo son. Se ofrecen más abajo, diversas sugerencias para cada uno de
estos intervalos de edad, para conseguir con ellos, mantener una adecuada higiene.
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