martes, 7 de febrero de 2017

Salud y enfermedad + causas por las que se pierde la salud y determinantes de ésta

En esta entrada, se explicará la segunda semana de clase, abordando el lunes 6 de febrero y el viernes 10. Durante la primera sesión, para comenzar, hemos trabajado el bloque 2: ¿cómo mantenernos sanos? Para ello, se ha planteado la siguiente pregunta "¿qué entendemos por salud y enfermedad?" para reflexionar así sobre el significado de ambas, puesto que son temas frecuentes, pero en escasas ocasiones se ha recapacitado acerca de su sentido. Tras una puesta en común, se han llegado a las siguientes definiciones:
Ahondando en el concepto de salud, se debe proponer una definición de bienestar físico y bienestar psíquico. Éstas son:
Después de esto, se propuso la siguiente cuestión “¿cuáles son los problemas de salud actuales?”. Para abordar esta pregunta, se ha elaborado un pequeño esquema de los problemas del primer mundo, y de los del tercero, para evidenciar de este modo el contraste existente. 
Tal como se puede observar, los problemas de salud presentes en el 1er mundo distan mucho de los propios del tercero. Los primeros, se encuentran enormemente relacionados con el estilo de vida acomodado característico de los países de Occidente, así como el ritmo frenético que día tras día se vive y los estereotipos que nos impone la sociedad y los medios de comunicación. Por otro lado, los referentes al tercer mundo, están profundamente conectados con la ausencia de recursos básicos tales como comida, medicamentos, condiciones higiénicas adecuadas, etc.

En la segunda sesión, se abarcaron las causas por las que se puede perder la salud.


         
       Encontramos, por un lado; las alteraciones del medio ambiente, conformándose como un aspecto de gran repercusión en el destino de las personas. El deterioro del medio ambiente influye de forma directa en nuestra salud, puesto que el futuro de la especie humana depende de esto. Asimismo, por otro lado, se pueden situar las alteraciones genéticas. Se trata de alteraciones que no se pueden eliminar, pero sí se puede intervenir para mejorar las condiciones de vida de la persona. Además, se debe hacer mención de las alteraciones mentales, que pueden ser el resultado de diversas circunstancias, tales como los problemas laborales, el estrés, las enfermedades genéticas...


Continuando esta línea argumentativa, conviene destacar la forma de vida, por lo que respecta al mantenimiento de una buena higiene en todas sus vertientes: higiene personal (higiene bucal, de los ojos, del oído, de la nariz, de la piel y de las manos), así como higiene del sueño e higiene postural. 

La alimentación constituye, por su parte, un elemento esencial en la forma y calidad de vida. Una alimentación saludable favorece un buen funcionamiento físico y mental. Debemos destacar en este momento, que improvisar el menú de cada día se ha vuelto una realidad social, puesto que cada vez se dispone de menos tiempo por la dificultad de combinar la vida personal con la profesional. Se debe en gran parte, a la incorporación de la mujer al mercado laboral, ya que esto no ha supuesto una distribución equitativa de las tareas del hogar entre el hombre y la mujer, sino que, supone para el sexo femenino una doble carga en muchas ocasiones, trabajando dentro y fuera de casa. Todo esto se traduce en un menor tiempo de dedicación destinado al cuidado de la alimentación y a la elaboración de las comidas.

La actividad física también contribuye a lograr un buen funcionamiento físico y mental, y de ahí su gran importancia. Lo mismo ocurre con el trabajo, favoreciendo así que la persona se sienta realizada. En este aspecto, conviene destacar que en función del tipo de trabajo, se desgasta en menor o mayor medida la salud y por tanto, se debe tener en consideración como influye en la vida del individuo. 

Cabe mencionar que el estrés también interfiere en la forma de vida, y en ocasiones puede estar producido por el trabajo que se desempeña, o por cualquier otra circunstancia. Si bien es cierto que es un mecanismo de defensa que nos ayuda a hacer frente a situaciones concretas, sentir estrés de forma continuada conlleva a dificultades de salud.

Por otro lado, las infecciones pueden disminuir la salud e incluso terminar con ella, por lo que se considera relevante abordar desde diversos ámbitos la prevención de las enfermedades infecciosas.

Para finalizar, no debemos olvidar las drogas, abarcando aquí tanto las blandas (menos adictivas y que ejercen menos daños), en la que situamos el alcohol, el tabaco, el hachís, la marihuana... como las duras (extremadamente dañinas y muy adictivas), entre las que podemos encontrar la cocaína, la heroína, el speed, la ketamina, etc. Las drogas alteran el funcionamiento normal del organismo, lo que puede ocasionar grandes deterioros a medio y largo plazo.

En la salud, existen determinantes principales que le influyen de una u otra forma. Éstos son:
Seguidamente, se planteó la cuestión ¿qué hacer para vivir sanos?, y para abordarla, se centró la atención en el periodo de edad que nos ocupa en la etapa de Educación Infantil. Es conveniente, por tanto, establecer dos tramos de edad: 0-2 años, 2-5 años, debido a que el crecimiento en cada uno de ellos es diferente, y la atención que debe otorgarse, así como los cuidados también lo son. Se ofrecen más abajo, diversas sugerencias para cada uno de estos intervalos de edad, para conseguir con ellos, mantener una adecuada higiene.

No hay comentarios:

Publicar un comentario